sábado, 7 de septiembre de 2013

Relato de Mike el espantapájaros

Me presento: mi nombre es Mike y soy un espantapájaros. El caso es que me gustaría hablar por todos mis colegas espantapájaros del mundo. Somos unos seres bastante incomprendidos y olvidados. Antes, gozábamos con un poco más de protagonismo, pero cada vez se hace menos vida en el campo y se nos tiene olvidados hasta el punto de que mucha gente solo nos ha visto en películas o en dibujos.

El caso es que me dirijo a vosotros para que conozcáis un poco todo lo que sufre un espantapájaros y os metáis un poco en nuestra piel, o en nuestra paja, mejor dicho. Permanecemos toda nuestra vida inertes, unos contemplan grandes campos de cultivo, otros pequeñas huertas, plantaciones...sin poder hacer nada más que quedarnos mirando como crecen las lechugas, el trigo, las remolachas, o el tipo de cultivo que sea.

Además de que nuestra vida es aburrida, nos hacen feos. Tenemos unos cuerpuchos esqueléticos, de palo. Algunos están rellenos de paja, para parecer más corpulentos, pero apenas tenemos fuerza. Los mas desafortunados tienen una bolsa de plástico por cabeza, otros tienen una calabaza, que no sé por qué, pero dan miedo. Muchos están calvos, otros también tiene paja por pelo y la mayoría también lleva sombrero. Pero, encima que nuestro físico es cero envidiable, nos ponen ropa harapienta encima. ¿La chaqueta más vieja y más gastada que encuentres por casa? Pues peor que esa. Con lo cual, nuestra imagen tampoco ayuda nada. Eso sí, por lo menos no vamos desnudos como los muñecos de nieve. ¿Qué se creen esos obesos paliduchos? Están en la nieve y llevan solo bufanda. Ah bueno, y unos botones de adorno, porque no llevan camisa ni nada...¡Ojito! Por no hablar de los que llevan sombrero de copa...¿qué pinta un sombrero de copa en la nieve, me lo podéis explicar? Es que me enfada ese tema. Encima ellos son muy queridos. Todo el mundo se hace fotos con ellos, los niños juegan con ellos, etc...no sé, son tan distintos a mí y en cambio son tan sociables...igual el que lo hace mal soy yo, no sé, no me parece. Pero bueno, me estoy yendo del tema, además se acaban derritiendo, que se jodan.

Todo lo que he dicho hasta ahora es lo de menos. Lo que peor lleva un espantapájaros es la soledad. Nos crean para espantar pájaros, para que otros seres huyan de nosotros y dar miedo. Eso es muy triste. Los únicos que no se asustan al vernos y nos tienen un poco de cariño, son nuestros dueños. Son los que nos han fabricado, y supongo que eso crea un mínimo vínculo de afecto.

Aunque suene a contradicción, a veces nos relacionamos con pájaros. De vez en cuando se nos posan en los brazos o, incluso, en la cabeza. Nos hacen compañía y a veces hasta nos ayudan y se comen a los bichos que estropean la cosecha. Algún pájaro se le coge más cariño que a otros, como es normal. A veces se nos posan varios a la vez, pero a mí eso me ha pasado durante poco tiempo, la verdad. Esos pájaros de los que hablo son los que no espantamos, claro. Otros van directamente a sabotear la cosecha, o incluso, los más cabrones, te picotean la cabeza. Hay de todo, aunque, ¿sabéis que es lo malo de los pájaros? Que tienen alas. Y se acaban yendo. Vuelan lejos. Unos están más tiempo contigo que otros, eso es verdad, pero al final todos acaban echando a volar mientras tú estás ahí clavado, solo, fiel a tu cometido e intentándolo hacer lo mejor posible.

Acabo ya, que me estoy poniendo sentimental (aunque no lo parezca, los espantapájaros tenemos sentimientos). Espero que a partir de ahora seáis más considerados con nosotros y no nos juzguéis por nuestra apariencia. Yo intentaré seguir siendo un buen espantapájaros. Aunque igual es eso. Al ser buen espantapájaros, espanto a muchos pájaros y no se me posan...quién sabe.