viernes, 26 de mayo de 2017

Aquel tema de Conocimiento del Medio nos sigue haciendo gracia

Había un momento especial por encima del resto en primaria, concretamente en la asignatura de Conocimiento del Medio, más concretamente en el tema del cuerpo humano: la reproducción. Habíamos llegado al tema tabú y todos nos reíamos a lo bajini mientras el profesor decidía quién iba a ser el desgraciado que le tocaba leer en alto. Aquel pobre alumno se iba a comer el marrón de decir 'pene' en alto a sabiendas de las carcajadas del resto de la clase. Había veces incluso que el propio encargado de leer no podía seguir porque no podía leer de la risa y la patata caliente pasaba a otro alumno entre desesperación del profesor. Es normal, éramos inocentes y sabíamos que ese tema traía cola (nunca mejor dicho), un mundo por explorar y lleno de jijijijis. A veces abríamos el libro de Cono por la página de ese tema, aunque estuviésemos en otro tema o asignatura diferente, solo para mirar el dibujo de los genitales, sobre todo el de la mujer: 'ovarios', 'útero', 'trompas de Falopio'. Joder, qué cosas tan extrañas, a saber como funciona esto (eso es algo que a día de hoy sigo sin saber muy bien, la verdad). Recuerdo un día que nos tocaba Cono a última y justo nos tocaba hablar de ese tema: la clase siguió el guión previsto y cuando sonó el timbre y nos marchábamos a casa íbamos comentando la jugada muertos de risa todavía.

Quién iba a decir que esa tontería la arrastraríamos todas nuestras vidas. Crecemos, nos entra curiosidad por lo ajeno o por lo que nos atrae (o dicen que nos debe atraer), ojeamos revistas, vemos cosas en la tele que un número con un '+' delante dice no ser para nosotros, experimentamos con nuestro cuerpo, llega internet a nuestras casas y aprendemos a borrar el historial, atendemos atónitos a las experiencias de nuestros amigos más afortunados, leemos los comentarios de Loka Magazine, experimentamos con torpeza cuerpos ajenos, tenemos pareja, perdemos la virginidad con ella aunque no sabemos si estamos seguro de ello, esto no mola tanto como decían, ah pues sí que mola, te cansas y hablas de probar cosas nuevas, te crees un gurú del sexo. Pero somos tan simples que necesitamos muy poco para que nos hagan reír y nos sigue haciendo la misma gracia escuchar la palabra 'pene' (el primero que se dio cuenta de ello fue Leonardo Dantés, que lo llevó al extremo).

Solo hace falta ver/escuchar muchos de los principales programas de comedia DE REFERENCIA y comprobar que en la inmensa mayoría se hacen chascarrillos sexuales continuamente, hay monólogos enteros de temática sexual o incluso humoristas especializados en la materia. Es cierto que cualquier tema tratado con gracia te puede hacer reír y que, por mucho de que vayas de haberlo visto todo (por una pantalla quizás), el sexo siempre será un tema jijijiji (o al menos hasta que Instagram permita pezones en sus publicaciones). Pero no sé, también llega un momento en que cansa, que se vuelve muy repetitivo todo el día así. Pongo el ejemplo del Consultorio de Berto, sección del programa de Late Motiv. A mí siempre me ha hecho bastante gracia Berto y esa sección pero ha llegado al punto de que parece una sección de cacapedoculopis donde la gente se inventa historias el 90% de las veces con cosas relacionadas con el aparato reproductor humano y sus diversas utilizaciones y Berto las responde con otro cacapedoculopis. Hablo de este programa porque es algo que ve mucho por las redes, pero seguro que también se os viene muchos ejemplos a la cabeza y no solo de programas, sino de conversaciones mundanas en cualquier lugar (como sé que hay ejemplos de humor inteligentísimo neokafkiano, tranquilos).

Y no sé a donde quiero llegar con todo esto, tampoco quiero ir a ningún sitio la verdad, no voy de SEX MACHINE que ya lo tengo todo visto y entonces no me resulta gracioso (por motivos obvios) ni de maduro porque muchas veces sí que me hace gracia, solo que hay veces que cuando veo que alguien intenta ser gracioso con el 'temita' me da como un poco de CORAJE, de vergüenza ajena, no sé, pereza. Y te paras a pensar y es algo que no sé, igual en otra época donde el sexo era más tema tabú pues todavía había más jijijis, pero ahora que ver una teta se ve hasta sin querer tampoco me parece que sea algo tan recurrente para ser gracioso. Eso y que supongo que me ha hecho 'gracia' pensar que nos hacen reír casi las mismas cosas con 8 años que con 50.